Día 31: Burnout Paradise #30Dias30Juegos

Mi Juego Favorito

Mi concepto de juego favorito, no uno bueno o uno insuperable, sino uno que es genuinamente el favorito, es aquel que uno sigue jugando sin importar cuando tiempo ha pasado desde que se compró o se completo; así de simple. El placer de tomar un título conocido nomás por un rato para entretenerse sin importar que haya otros juegos mejores o más nuevos es casi comparable como cuando usas esos tenis viejos que te aunque se vean más son tan cómodos que no los usas por imagen sino por puro gusto.

En mi caso, ese juego llegó hasta el 2008 con Burnout Paradise, el experimento donde Criterion Games decidió llevar la experiencia arcade de su serie de acción automovilística a un mundo abierto, haciendo que el título –para mí- se convirtiera en uno de los pasatiempos más divertidos que he tenido en el mundo del entretenimiento interactivo. La pura sensación de manejar libremente por la calles, carreteras, puentes, montañas y suburbios de Ciudad Paraíso no mejoró exponencialmente con los retos que podías encontrar en cada semáforo, sino también en aquellos no marcados como saltar de un edificio a otro, encontrar las rampas secretas para reventar espectaculares aparentemente inalcanzables y esa insuperable sensación de competencia que te daba saber que en algún lugar estaba dando la vuelta un auto que debías alcanzar y destrozar para sumarlo a tu colección.

Las carreras, los retos, el diseño, la dinámica de juego, el motor gráfico, la genial banda sonora y la pura y simple sensación de diversión que ofrece Burnout Paradise hacen que el título nunca se haga viejo, un mérito prácticamente imposible de encontrar en la industria desde hace casi 10 años. He probado el juego en todas sus versiones, con todo su contenido extra y si no lo he completado en ninguna de ellas es porque literal, me pierdo dando la vuelta en la ciudad correteando autos, saltando de rampas, buscando nuevas rutas o probando lo que pueden hacer los más de 70 autos disponibles en el juego. De hecho, la adición de los autos legendarios (basados en carros de películas clásicas) y las motocicletas nomás hicieron la experiencia aun más divertida.

Mi pasión por la serie Burnout siempre ha sido grande (el tercer juego de la serie es uno de Mis Juegos Favoritos), pero como Fernando de la Rosa lo comentó en algún momento, soy un pinche taxista en Burnout Paradise, y es un juego que puedo asegurarles que no dejaré de jugar simple y sencillamente porque para mí es el título perfecto.

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