Dioses de Egipto [Cine]

En un momento en el que las nuevas aventuras cinematográficas tienen parecen salir exclusivamente de las páginas de un comic y los juegos de video, la pareja de escritores formada por Matt Sazama y Burk Sharpless decide tomar la mitología del antiguo Egipto como la base para su más nueva película de acción. Con un multiestelar reparto, grandiosos efectos especiales, poca competencia en cartelera y la dirección del legendario Alex Proyas, ¿qué podría salir mal? Con una duración de 127 minutos y un presupuesto un poco mayor a los 140 millones de dólares, la respuesta podemos encontrarla en muchos lados…

Estamos en un mundo donde los dioses egipcios son gigantes que gobiernan y viven entre los hombre que les rinden pleitesía. Para Horus, quien ha perdido el trono de todo Egipto a manos de su tío, Set, el dios de la Oscuridad, la única esperanza queda en Bek, un ladronzuelo mortal que lo ayudará a recuperar su fuerza y así, su lugar en este reino.

Con una premisa simple, llena de reflexiones trilladas y actuaciones genuinamente dolorosas, Dioses de Egipto se desarrolla como una genuina película de acción que no quiere nada más que entretener. En  ningún momento la película busca verse inteligente o atrevida y hasta el propio director criticó a la prensa por acusar a esta cinta de genérica y simple cuando en realidad, todos en la producción estaban de acuerdo en que la producción no buscaba algo más que eso.

Mientras que Nikolaj Coster-Waldau, Gerard Butler y Geoffrey Rush se muestran como una burla de sí mismos, el joven Brenton Thwaites da cátedra acerca de cómo no se debe interpretar al protagonista joven y encantador de la película al tiempo en que el resto del reparto y la producción de esta cinta se pierde en efectos visuales que ya hemos visto en la pantalla grande desde hace más de 10 años.

¿Qué fue lo que pasó con el guion que comenté al principio? Nada, la verdad, éste se queda ahí con todos sus centenares de buenas ideas que nadie explota con tal de que la cinta se vaya a la segura con personajes genéricos, obligadas escenas de acción, humor irrelevante y carísimos renders que nadie piensa valorar. El resultado final de esto es, como habría de esperarse, una película entretenida y olvidable que para el estudio fue más gasto que buenas intenciones y para sus creadores un pago asegurado.

Dioses de Egipto (Gods of Egypt, 2016)

Lo Bueno: Historia.

Lo Malo: Actuaciones, efectos visuales, guion.

Factor Xhale: Es mala, pero entretenida al mismo tiempo.