Alicia en el País de las Maravillas [Cine]

A mediados del Siglo XX, las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas dejaron atrás el texto escrito por Lewis Caroll para convertirse, irónicamente, en un estándar de lo que comúnmente se considera como un delirio típico de las personas que no pueden considerarse “normales” en la sociedad occidental. La popularidad de sus obras, aunado al grandísimo éxito que con los años trajo consigo la película animada de Walt Disney, dio lugar a un ideal un tanto romántico e inocente de esa locura, haciendo ver el viaje de la niña como una serie de encuentros sinsentido, más que como una historia, pero todo lleno de humor. Con la intención de revalorar esta historia y sus personajes, el director Tim Burton retoma el cuento, nuevamente bajo el auspicio de los estudios Disney, para ofrecernos su visión sobre este viaje fantástico que, para desilusión de sus fanáticos y los fervientes seguidores de la obra, termina siendo una propuesta mediocre y genérica, la cual es vergonzosamente intrascendente.

La adaptación hecha por Linda Woolverton nos presenta a una Alicia joven que, justo el día en que su mano será pedida en matrimonio por el petulante hijo de uno de los socios más brillantes que tuviera su padre hace años, ella se encuentra con un misterioso conejo blanco que la guía hacia un agujero que la llevará nuevamente al País de las Maravillas. Desafortunadamente para los excéntricos habitantes de este lugar, al igual que para los espectadores y la propia Alicia, ella no recuerda nada de lo que vivió en este mundo cuando lo visitó de niña, pero eso es algo que tendrá que cambiar pronto, pues la tiranía de la Reina Roja esta acabando con el poco sentido que se tiene en este mundo y resulta que hay una profecía que asegura que eso solo podrá ser cambiado por la propia Alicia, cuando tome la espada encantada que vencerá al poderoso dragón que usa la reina como su arma definitiva.

Con esta genérica propuesta Tim Burton reduce ofensivamente el universo creado por Lewis Caroll a la típica historia sobre el elegido que deberá enfrentar su destino, aceptarlo y finalmente, salvar a un mundo de la opresión. Esta trama, vista en tantas formas y de formas tan diversas que resulta cansada, apenas y logra resaltar al tomarse de los atractivos personajes que caracterizan las historias que ocurren en el País de la Maravillas y aun así, todos ellos no se sienten más que como un relleno que sólo esta puesto para explotar el estilo artístico ya conocido del director de cintas como Edward Scissorhands (1990), Big Fish (2003) y Corpse Bride (2005). De hecho, esta versión de Alicia en el País de las Maravillas queda muy lejos de las producciones ya mencionadas, puesto que ni la sobrevaloradísima e intrascendente participación de Johnny Depp como el Sombrerero Loco y Helena Bonham Carter como la Reina de Corazones logran darle algún tipo de justificación a la cinta, puesto que al igual que el resto de los actores que aparecen en la cinta, como Anne Hathaway y Crispin Glover, su participación resulta sosa y acartonada, como si se esperara que los efectos especiales le dieran fondo a una propuesta que problemas y se sostiene como idea.

Como siempre, el director Tim Burton se queda nuevamente en el camino al ofrecernos una película que es pura imagen, pero nada de sustancia, e incluso cuando se asegura que ésta es la adaptación más fiel de las novelas de Lewis Caroll al cine, se queda muy lejos de lograr convencerse a él mismo de que el filme no es más que mercadotecnia preparada como si fuera un pastel que se ve bien, pero que sabe horrible; incluso la versión en 3D se siente forzada y mal lograda. Seguramente Alicia en el País de las Maravillas trascenderá como película gracias a la fama de su director y los actores que participan en ella, pero como tal, la producción es olvidable en casi todos sus aspectos.

Alicia en el País de las Maravillas (Alice in Wonderland, 2010)

Lo Bueno: Dirección de arte, música y efectos visuales

Lo Malo: Guión, actuaciones y el forzadísimo 3D.

Factor Xhale: El baile del Sombrerero Loco